El bullying racista o xenófobo puede entenderse como el maltrato entre escolares que toma cuerpo mediante agresión reiterada que parece tener una motivación racista, o en la que existe una alegación de motivos étnicos o culturales en relación con la apariencia, los comportamientos o las actitudes de la víctima.
De acuerdo a los datos del Ministerio de Educación, del ciclo que finalizó en Sierra y Amazonía y el vigente en Costa, se desprende que hay 16 851 alumnos/as venezolanos/as en planteles fiscales, fiscomisionales, municipales y particulares.
En este contexto, la integración de personas en situación de movilidad humana, en especial niños, niñas y adolescentes, es un reto tanto al nivel del cumplimiento de las obligaciones estatales establecidas en la Constitución del 2008 y en instrumentos internacionales de derechos humanos; pero también en lo que respecta a la corresponsabilidad de la sociedad civil y a los procesos comunitarios específicos. Problemáticas como la xenofobia crea comunidades y espacios educativos violentos, incapaces de apreciar la diversidad en su conjunto.
Es imprescindible diseñar e implementar políticas públicas orientadas al cumplimiento de derechos de niños, niñas y adolescentes migrantes, donde la escuela cobra especial relevancia pues si las y los niños no aprenden a convivir y divertirse por sus diferencia y no a pesar de ellas, la violencia, la discriminación y la exclusión social harán de los espacios educativos hostiles donde ningún hecho educativo pueda realizarse.
Nuestro rechazo profundo y solidario con este niño de casi 6 años que a tan corta edad ha debido hacerle frente a la xenofobia y un llamado a todos y todas a recordar que los niños replican lo que ven, nunca fallan a la hora de imitarnos!
¡Seamos, entonces, buenos modelos de comportamiento! Leer más.